El vocero de la Sociedad Palestina de Prisioneros, Amani Sarahneh, precisó que el joven de 24 años se encuentra grave.
Al Qawasmi fue trasladado hace un mes al Centro Médico Kaplan, al sur de Tel Aviv, y días atrás fue internado en la unidad de cuidados intensivos. El detenido rechaza ingerir alimentos aunque sí bebe agua, precisó Sarahneh.
Al menos seis palestinos desarrollan una huelga de hambre en prisiones israelíes para reclamar su liberación.
El grupo es mantenido sin juicios ni cargos tras las rejas bajo el concepto de detención preventiva, utilizado por Israel para arrestar a palestinos por intervalos renovables que suelen oscilar entre tres y seis meses sobre la base de pruebas no divulgadas que incluso el abogado del acusado tiene prohibido ver.
Las autoridades de Tel Aviv liberaron en julio último a Ghazanfar Abu Atwan, quien se mantuvo 65 días sin ingerir alimentos.
De forma paralela, unos 250 milicianos del grupo Jihad Islámica iniciaron una huelga de hambre hace 11 días para reclamar el fin de las medidas represivas aplicadas contra ellos.
El objetivo de la protesta es denunciar las medidas de castigo implementadas por el Servicio Penitenciario de Israel (IPS).
Tras el escape de seis reclusos palestinos de la prisión de máxima seguridad de Gilboa, el 6 de septiembre último, el IPS aplicó medidas drásticas contra el resto, en particular a los miembros de la Jihad Islámica, a la que pertenecían cinco de los fugitivos.
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