Durante una sesión especial celebrada esta semana, la Asamblea Nacional venezolana aprobó la conformación de una comisión mixta para trabajar junto al Congreso colombiano en el restablecimiento de los vínculos bilaterales en diversos ámbitos de interés común.
El acuerdo del Legislativo respondió a una propuesta aprobada por el Senado neogranadino de establecer un comité parlamentario binacional, con el propósito de abordar la normalización de relaciones diplomáticas, comerciales y económicas.
Al respecto, el diputado opositor Timoteo Zambrano destacó este paso como una enorme oportunidad para que los parlamentos de ambos países ayuden a sus respectivos gobiernos en la construcción de rutas de entendimiento.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, indicó que la falta de sindéresis del gobierno de Colombia ha perjudicado principalmente a las poblaciones y sectores empresariales que comercializaban libremente con Venezuela.
Ante este escenario, el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, manifestó la voluntad de apoyar todas las iniciativas encaminadas a la mejoría en las relaciones comerciales, económicas, sociales, culturales, consulares y diplomáticas entre Caracas y Bogotá.
En contraste, el presidente de Colombia, Iván Duque, desestimó la propuesta del Senado para la regularización de los nexos bilaterales, y de paso ratificó la postura de hostilidad contra las autoridades legítimas del vecino país, al manifestar que su administración no reconocerá a una ‘dictadura oprobiosa’.
Las declaraciones de Duque contra todo intento de acercamiento con el Gobierno de Nicolás Maduro acontecieron durante una alocución junto al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien realizó una visita a la nación sudamericana.
Desde Venezuela, el Ejecutivo bolivariano denunció la presencia del alto funcionario estadounidense en el vecino país como parte de una estrategia sostenida de agresión contra el pueblo venezolano y sus instituciones democráticas.
Las autoridades de Caracas señalaron que Colombia atraviesa una de las peores convulsiones sociales de su historia por causa del desgobierno del presidente Duque, ‘quien de manera oportunista escuda su fracaso detrás del apoyo incondicional que recibe de los Estados Unidos’.
Subrayaron además que la actual administración estadounidense aún está a tiempo de rectificar y evitar conducir una política exterior hostil hacia Venezuela, cuyo único posible resultado será caer en una nueva espiral vergonzosa de errores y fracasos.
Tales pronunciamientos siguieron a las denuncias formuladas por el Ejecutivo bolivariano sobre la creciente ola de delitos de odio y persecución contra migrantes venezolanos en territorio de Colombia.
En esa línea de acontecimientos, Caracas solicitó esta semana a la alta comisionada de la ONU Michelle Bachelet, intervenir en una investigación de la ‘sistemática e intencional privación de derechos humanos fundamentales’ de ciudadanos de Venezuela en la nación neogranadina.
Al respecto, la vicemandataria Delcy Rodríguez enfatizó que tales acciones constituyen potenciales crímenes de lesa humanidad, al citar cifras del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia, según las cuales entre 2017 y 2020 más de dos mil migrantes venezolanos resultaron asesinados en el vecino país.
Desde el Gobierno bolivariano subrayaron la importancia de avanzar en la normalización de relaciones como premisa para garantizar la protección y asistencia consular de sus ciudadanos en territorio colombiano.
Venezuela decidió romper relaciones diplomáticas con Colombia en 2019, tras responsabilizar a la administración de Iván Duque de respaldar planes desestabilizadores contra la seguridad y soberanía de la nación bolivariana, incluido el reconocimiento del entonces diputado opositor Juan Guaidó como presidente encargado.
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