Los bajorrelieves en la piedra muestran a monarcas que rezan a los dioses esculpidos en las paredes de un canal de irrigación de casi nueve kilómetros de largo en Faida, en el norte del país.
El hallazgo corrió a cargo de un equipo conjunto de especialistas del Departamento de Antigüedades de la ciudad iraquí de Dohuk y colegas de Italia.
Las tallas son 12 paneles de cinco metros de ancho por dos de alto y representan dioses, reyes y animales sagrados que datan de los reinados de Sargón II (721-705 ANE) y su hijo Senaquerib.
‘Hay otros lugares con relieves en roca en Iraq, en la norteña región autónoma del Kurdistán, pero ninguno tan grande y monumental como este’, indicó el experto italiano Daniele Morandi Bonacossi.
Según el arqueólogo, las escenas muestran a un monarca que reza a dioses asirios, entre ellos las siete divinidades clave, incluida Ishtar, la diosa del amor y la guerra, montada sobre un león.
El canal de riego llevaba agua de las colinas hacia los cultivos y las obras en la piedra tenían como objetivo recordar la ordenanza del rey para tal construcción.
‘No fue una escena religiosa de oración, sino también política, una especie de propaganda’, explicó Bonacossi.
Otras tallas famosas sobrevivientes de aquel periodo son los míticos toros alados que pueden admirar los visitantes al Museo de Iraq en Bagdad, en el Louvre de París y el Británico de Londres.
Iraq fue cuna de algunas de las primeras ciudades del mundo y hogar de sumerios, asirios y babilonios, y uno de los primeros ejemplos de escritura de la humanidad y en la actualidad lugar para el contrabando de artefactos antiguos.
Los saqueadores diezmaron el pasado del país, sobre todo después de la invasión y ocupación por una alianza militar liderada por Estados Unidos en 2003.
De 2014 a 2017, el autodenominado Estado Islámico se apoderó de un tercio del territorio del país y demolió docenas de tesoros preislámicos con excavadoras, picos y explosivos y aparte recurrió al contrabando para financiar sus operaciones.
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