Lou Zhaohui, dirigente de la Agencia de Desarrollo y Cooperación Internacional, dijo a periodistas que Beijing también proporcionó materiales de salud, equipos como ventiladores pulmonares y cilindros de oxígeno, así como entrenamiento e intercambio de experiencias con sus especialistas.
Según detalló, gran parte de los envíos tuvieron como destino territorios de Asia-Pacífico y África, pero también en América Latina.
Desde que la Covid-19 se convirtió en pandemia en 2020, China proporcionó sus vacunas por concepto de exportaciones, ayudas y donaciones.
Su plan es cerrar este año con el envío al exterior dos mil millones dosis de fármacos, además de las 100 millones adicionales prometidas a la alianza Covax para naciones en desarrollo.
El gigante asiático obtuvo varios preparados contra la enfermedad, entre ellos los de Sinovac y Sinopharm, y aplicó más de dos mil millones de dosis a compatriotas y extranjeros como parte de su programa de vacunación.
Ahora procede con el refuerzo a individuos ya inmunizados y también aceleró la protección a menores de edad, como parte de su estrategia para frenar un rebrote de Covid-19 que afecta al menos 11 provincias y a Beijing.
La nueva oleada es más compleja en demarcaciones como Gansu y Mongolia Interior.
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