En un documento de 659 páginas, la Contraloría del Estado cuestionó con dureza las acciones, la falta de enfoque, de presupuesto y metas demasiado modestas para enfrentar el flagelo.
El texto denuncia que las autoridades ocultaron las cifras absolutas de las emisiones de dióxido de carbono y solo publicaron las per cápita.
La falta de una estrategia clara provocó que la economía nacional perdiera hasta 67,7 mil millones de dólares a precios actuales, destaca.
Al presentar el informe, el Contralor del Estado Matanyahu Englman advirtió que el cambio climático amenaza la seguridad nacional ante la previsible escasez de alimentos y agua en los estados vecinos.
Israel es uno de los pocos países del mundo que aún no opera sobre la base de un plan presupuestado y aprobado, a pesar de que se encuentra en una zona de gran riesgo y, por lo tanto, está más expuesto, subrayó.
La auditoría examinó las acciones de decenas de ministerios, organismos estatales y públicos e instituciones financieras para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a la situación.
Gran parte del informe se centra en las políticas y acciones del Ejecutivo de Benjamin Netanyahu, que se mantuvo 15 años en el poder, 12 de ellos de forma ininterrumpida hasta junio último.
A diferencia de muchas naciones desarrolladas que se comprometieron a reducir las emisiones absolutas de acuerdo con el Acuerdo Climático de París de 2015, Israel solo aceptó recortar las cifras per cápita.
Pero texto señala que incluso su objetivo de 7,7 toneladas de CO₂ equivalente per cápita para 2030 sigue sin cumplirse, pues en la actualidad se alcanza las 8,5 toneladas por persona.
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