Reunidos de modo virtual en esta capital para celebrar su XXXVIII Cumbre, todos los jefes de Estado o Gobierno del bloque resaltaron la conveniencia de activar el pacto en enero del próximo año.
Entre los que ya lo ratificaron, Singapur, por intermedio de su primer ministro, Lee Hsien Loong, recalcó que el RCEP cobra mayor relevancia porque contribuirá a reanimar las economías de la región, muy dañadas por la pandemia de Covid-19.
En igual sentido se expresaron los mandatarios de los países que ya dieron luz verde al acuerdo (Brunéi, Cambodia y Laos).
Entre los pendientes de hacerlo, Tailandia, a través del primer ministro Prayut Chan-o-cha, se comprometió a ratificarlo en noviembre. Otro tanto hicieron sus colegas de Malasia, Ismail Sabri Yaakob, y Pham Minh Chinh, de Vietnam.
Pero en diferentes momentos Filipinas, Indonesia y Myanmar mostraron la voluntad de adherirse al tratado.
Aparte de los 10 de la Asean, el RCEP fue suscrito por China, Japón, Australia, Corea del Sur y Nueva Zelanda. Los tres últimos aún no lo han ratificado.
Juntos, esos 15 Estados representan alrededor del 30 por ciento del Producto Interno Bruto Global y una similar proporción del comercio y la población mundial.
El RCEP eliminará el 90 por ciento de los aranceles a las importaciones a los 20 años de entrar en vigor y establecerá reglas comunes sobre inversiones, comercio electrónico y propiedad intelectual.
mem/asg