En la capital, los conductores clausuraron el llamado puente del Anillo que une el este con el oeste capitalino y la intersección de Saifi, en el centro de Beirut.
Otros cerraron la rotonda de Aley en Monte Líbano y las de al-Nejmeh y al-Murjan, en la sureña ciudad de Sidón.
El Ejército intervino para desobstruir los pasos, aunque durante horas el tráfico no funcionó.
Las protestas se llevaron a cabo bajo el lema ‘Tenemos hambre’, porque el incremento del precio de la gasolina los obliga al paro.
La escalada está vinculada a un aumento global y marca el anunciado fin de los subsidios estatales como consecuencia de lo cual repostar supera el salario mínimo mensual en este país.
Con anterioridad, los precios de los combustibles se dispararon tras el levantamiento gradual de las subvenciones decretadas por el Banco Central (Banque du Liban).
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