Esa cifra sobrepasa significativamente lo registrado antes de la pandemia, tomando como referencia el cuarto trimestre de 2019, de acuerdo con la octava edición del Observatorio de la OIT: la Covid-19 y el mundo del trabajo, presentado este miércoles.
Precisa el documento que, de no mediar una ayuda concreta en términos financieros y técnicos se mantendrá una gran divergencia en las tendencias de recuperación del empleo entre los países desarrollados y en desarrollo.
En el tercer trimestre de 2021, el total de horas laboradas en las naciones de ingreso alto fue un 3,6 por ciento inferior al del cuarto trimestre de 2019, en cambio la diferencia en las de ingreso bajo se situó en el 5,7 por ciento y en los de ingreso mediano-bajo, en el 7,3.
Desde una perspectiva regional, Europa y Asia Central experimentaron la menor pérdida de tiempo de trabajo en comparación con los niveles anteriores a la pandemia, le siguen Asia y el Pacífico, con un 4,6 por ciento, mientras África, América y los estados árabes registraron descensos del 5,6, 5,4 y 6,5 por ciento, respectivamente.
El documento también precisa que esa gran divergencia se debe en gran medida al visible contraste en el despliegue de las vacunas y los paquetes de medidas de estímulo fiscal.
Las estimaciones de la OIT indican que por cada 14 personas vacunadas con la pauta completa en el segundo trimestre de 2021, se añadió un puesto de trabajo al mercado laboral mundial lo cual impulsó sustancialmente la recuperación.
Esa agencia de Naciones Unidas considera que los desequilibrios en el mercado entre países y regiones podrían resolverse rápida y eficazmente si aumentara el nivel de solidaridad mundial en torno a las vacunas.
Al respecto, se calcula que si las naciones menos desarrolladas dispusieran de ellas en igualdad de condiciones, la recuperación de las horas de trabajo se equipararía a la de las economías más ricas en poco más de un trimestre.
El otro factor clave en la reanimación económica y laboral fueron los paquetes de medidas de estímulo fiscal, cuya disparidad sigue ampliamente sin resolverse, ya que alrededor del 86 por se concentran en los países de ingreso alto.
Las estimaciones indican que, en promedio, un aumento de esa ayuda del uno por ciento del Producto Interno Bruto anual aumentó las horas de trabajo anuales en 0,3 puntos porcentuales con respecto al último trimestre de 2019.
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