Emociones desbordadas se vivió en el Salón Blanco de la Casa Rosada, donde el exmandatario fue distinguido con la alta condecoración que otorga el Gobierno argentino, de la mano de su entrañable amigo, el presidente Alberto Fernández.
Con su sapiencia, Mujica dejó varios mensajes y señaló estar preocupado por las relaciones entre Argentina y y Uruguay. ‘Somos más que hermanos, nacimos de la misma placenta, un parto doloroso de descuaje de una nación. Y su historia esta ahí y ese río (de la Plata) que separa, también une’, dijo.
En sus reflexiones, el líder latinoamericano subrayó que vivimos en una América balcanizada. Somos una hoja al viento, dijo, tras añadir que quiere a América Latina y estará del lado permanente de aquellos que, con aciertos y errores, ponen toda la carne en la parrilla por un sueño de que haya un poco más de justicia social.
Estaré siempre con las causas nobles del pueblo, sostuvo el exmandatario, quien en uno de los emocionantes momentos de la velada subrayó que es un viejo en retirada, ‘pero tuve la precaución de abrir la cancha para que quede gente luchando por una lucha que será eterna, porque los humanos nunca conquistamos cosas definitivas, apenas subimos escalones transitorios’.
Tras destacar que la vida es corta y se va, manifestó que hay que preocuparse de que las nuevas generaciones levanten viejas reliquias y tengan el coraje de cometer sus errores. Sin perder su sentido del humor, Mujica provocó la risa de los asistentes al asegurar que igual no tiene ganas de morirse ‘porque me gusta el vino tinto, y desconfío que del otro lado no voy a poder tomarlo’.
Al referirse a la labor de Alberto Fernández, significó que tiene un amigo presidente que parece un pastor de ovejas y conductor de un rebaño de leones, todo a la vez. ‘Le toca mover el barco en tiempos muy difíciles’, sostuvo tras llamar a los argentinos a quererse un poco más.
Argentinos por favor quieranse un poco más, discrepen todo lo que quieran, pero construyan,. Tienen que tener consciencia del mundo que se nos viene encima. Ese mundo que determinará que lo que se llamara proletariado está entrando hoy en las universidades, acotó.
Casi al final, Mujica, quien se describió como un paisano con unas cuantas lecturas, señaló que la orden otorgada ‘no es para este viejo, es de este pueblo argentino a mi pueblo’.
Por su parte, el presidente Fernández destacó que para los que aman la política Mujica es un modelo de conducta, firme con sus convicciones pero sin convertirlas en necedad y destacó su capacidad de diálogo y de escucha.
Para los argentinos fue un presidente singular de Uruguay, capaz de volver a unir a los dos países en un momento en que nos mirabamos de reojo y él, con una enorme generosidad, volvió a abrir esas puertas, resaltó.
El mandatario calificó a Mujica como un ejemplo de democracia, emblema en todo el mundo de lo mejor de la política por su conducta, sus convicciones, su ética y su compromiso siempre con los más humildes. Con esta distinción, recibes un reconocimiento del pueblo argentino a lo maravilloso de tu vida, a tu generosidad y tu grandeza, expresó entre aplausos.
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