Ese elemento se mide como la relación entre el Producto Interno Bruto (PIB) y las horas trabajadas por su fuerza laboral.
En 2020 ese indicador en América Latina se situó por encima de esa media mundial.
Este dato aparece debido a que la pandemia de la Covid-19 golpeó en general más a las empresas menos productivas y a los trabajadores peor remunerados, señala la OIT en su nuevo informe sobre los efectos de la enfermedad en el mercado laboral global.
Dicho reporte alerta que la pandemia aumentó las diferencias de productividad, hasta el punto de que en 2021 un trabajador de un país de ingresos altos ahora es 18 veces más productivo comparado con uno de ingresos bajos, la mayor diferencia registrada desde 2005.
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