Legisladores progresistas se negaron este jueves a discutir el documento por no tener garantías de que luego sea aprobado el plan de inversiones sociales, impulsado por la administración para financiar programas educativos, de salud y medidas contra el cambio climático.
La Casa Blanca presentó más temprano una propuesta valorada en 1,75 billones de dólares para el paquete de gasto social, muy inferior a los 3,5 billones de dólares previstos inicialmente, pero aún así incluye fondos para garantizar educación preescolar gratuita y una expansión del programa de seguros de salud Medicare.
Pero, los progresistas insistieron en que al menos necesitaban un texto legislativo para sentirse lo suficientemente seguros a la hora de respaldar el proyecto de ley de infraestructura.
Hay mucho en juego para que las familias trabajadoras y nuestras comunidades se conformen con algo que después puede enmendarse o abandonarse por completo, por eso no podemos votar una sola iniciativa, necesitamos las dos, dijo la representante Pramila Jayapal, líder del Caucus Progresista del Congreso.
Es la segunda vez que las divisiones internas entre los demócratas impiden la votación del paquete de infraestructuras a pesar de los llamados del presidente estadounidense, Joe Biden, a darle el visto bueno para avanzar en su agenda doméstica.
La presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, pretendía votar este jueves esa propuesta para darle al mandatario una victoria legislativa, mientras viaja a Europa para asistir a la Cumbre del G20 y la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, indicó el diario The Hill.
Analistas consideran que sin un acuerdo respecto a esas iniciativas la credibilidad del gobernante quedaría socavada en su empeño por demostrar en el escenario internacional que ‘América ha vuelto’ (America is Back).
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