Según explicó el abogado Edward Fitzgerald en el segundo y último día de la audiencia de apelación en el Palacio de Justicia de Londres, la jueza de distrito Vanessa Baraitser tomó la decisión correcta cuando citó el riesgo de suicidio para rechazar la solicitud de la fiscalía estadounidense.
La magistrada Baraitser no se equivocó, actuó en total apego a la ley actual, aseveró el letrado, en alusión a que el acuerdo vigente entre Reino Unido y Estados Unidos establece que se puede impedir la extradición de una persona si basado en su estado de salud mental o física se considera que la decisión pueda resultar opresiva o injusta.
Este miércoles los representantes del Departamento de Justicia norteamericano pusieron en duda la gravedad del estado mental de Assange, y aseguraron que la magistrada se dejó engañar por la evaluación hecha por un psiquiatra de la defensa, quien advirtió que el fundador de WikiLeaks podría atentar contra su vida si era encarcelado en Estados Unidos.
Fitzgerald también rechazó este jueves las promesas hechas por la fiscalía estadounidense de que el ciberactivista no sería recluido en una prisión de máxima seguridad ni sometido a las medidas especiales de reclusión que se aplican a criminales peligrosos y terroristas, y de que incluso podría cumplir su sentencia en Australia.
Las evidencias que presentaron entonces indicaban que es muy probable que se apliquen las medidas, pues nunca dijeron que era imposible que lo hicieran, agregó el letrado de la defensa.
Estados Unidos pretende enjuiciar al fundador de WikiLeaks por exponer en su portal digital crímenes de guerra cometidos por militares norteamericanos en Iraq y Afganistán, y miles de cables diplomáticos.
De prosperar la solicitud de extradición, Assange podría ser condenado a 175 años de cárcel, a partir de los 17 cargos criminales que se le imputan, y que están relacionados con presuntas violaciones de la ley de espionaje estadounidense.
A diferencia de la víspera, cuando asistió de forma intermitente a la audiencia oral de forma remota desde la prisión londinense donde está encerrado desde abril de 2019, el ciberactivista no fue visto en cámara por los periodistas que siguen el juicio también vía online.
Una vez concluida la vista, los jueces de la corte superior tendrán entre cuatro y seis semanas para emitir su veredicto, y se espera que la parte perdedora apele la sentencia ante la Corte Suprema de Reino Unido.
Al igual que en el primer día del juicio, centenares de seguidores de Assange se congregaron en las afueras del tribunal para exigir su liberación.
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