Se trata de los gremios de médicos, enfermeros, profesores y del Frente Común (administración pública) que anunciaron manifestaciones por lo que consideraron que el proyecto presupuestario (con 117 votos en contra, 108 a favor y cinco abstenciones) afectaba los sectores representados.
El personal de la salud, los maestros y de la administración pública decidirán la semana próxima los pasos a seguir tras la crisis política por la desaprobación al gobierno socialista de Antonio Costa, quien insistió en que no renunciaría y sería candidato en unas eventuales elecciones anticipadas.
Los enfermeros y los profesores tenían previsto su paro para la próxima semana y los del Frente Común para el día 12. Mientras que los del Metro de Lisboa decidieron avanzar con sus huelgas parciales de los días 2 y 4 de noviembre.
Entretanto, la directiva de la Asamblea de la República (parlamento) anunció la víspera que funcionará con normalidad hasta la probable decisión del presidente Marcelo Rebelo de Sousa de disolverla.
Tras la votación negativa de los legisladores este miércoles, el mandatario se reunió en la noche con Costa y con el presidente de la Asamblea Eduardo Ferro Rodrigues. En tanto fijó para este viernes encuentros con representantes de la Sociedad Civil (sindicatos, gremios y asociaciones).
Mientras tanto dejó para mañana reuniones por separado desde las 14:00, hora local, con los líderes de los partidos con representación en el legislativo, que comenzarán con los de Iniciativa Liberal, Chega (Basta) y el Partido Ecologista Los Verdes.
Le seguirán los de Personas-Animales-Naturaleza, el CDS-Partido Popular, y el Partido Comunista Portugués (PCP), además del Bloco de Izquierda, el Partido Socialdemócrata, y cerrará con el Partido Socialista a las 20:30, hora local.
El miércoles encabezará también en el Palacio de Belén (Palacio Presidencial) la reunión del Consejo de Estado en correspondencia con lo dictado por la Constitución de la República.
El proyecto de presupuesto recibió críticas de casi todo el arco político portugués al considerarlo insuficiente para la recuperación económica después de la pandemia de Covid-19, que tuvo en enero pasado las peores cifras de toda la Unión Europea (UE) y que podría producir un repunte de los casos y muertos el mes próximo.
Desde el comienzo de la enfermedad en el país ibérico se afectó 1,09 millones de portugueses. De ellos, fallecieron más de 18 mil 100.
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