Los participantes en la cita de la organización que agrupa a las 20 naciones de economías más fuertes del mundo, debatieron la víspera sobre economía y salud a nivel global, aspectos sobre los cuales existe consenso desde las deliberaciones ministeriales previas.
Entre ellos, el diseño de una arquitectura tributaria internacional más estable y justa acordada en la reunión de titulares de Finanzas y gobernadores de bancos centrales el 23 de julio último, la cual prevé la aplicación de al menos un 15 por ciento de impuestos sobre las ganancias de grandes empresas transnacionales.
Según trascendió, los jefes de Estado o de Gobierno avalaron la propuesta respaldada por 136 países, de acuerdo con el cómputo final de adhesiones anunciado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico el 8 de octubre último.
El objetivo de la medida es incrementar las fuentes de ingresos para los territorios en los cuales operan esos consorcios y al mismo tiempo impedir la fuga de capitales hacia paraísos fiscales o lugares con bajos gravámenes.
En cambio, persisten las dudas sobre la posibilidad de superar en esta cumbre algunas diferencias sobre el enfrentamiento el cambio climático, más allá del compromiso de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 1,5 grados centígrados como establece el Acuerdo de París.
El programa para hoy incluye, además, un foro paralelo sobre el papel del sector privado en la lucha contra el cambio climático y a las 15:40, hora local, la sesión de clausura del evento con la aprobación de la declaración final.
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