La mayor economía del sudeste asiático planea reubicar todas sus oficinas gubernamentales en Yakarta hacia un área de 56 mil 180 hectáreas en la provincia de Kalimantan Oriental, colindante con Brunei.
El proyecto de ley también establece que el presidente, con la aprobación del Parlamento, puede decidir quién gobernará la capital y eliminar esa elección de manera automática.
Se espera que el Parlamento apruebe este año el plan, consistente en unos 46 mil millones de dólares, para proceder antes de las elecciones presidenciales de 2024.
El presidente indonesio, Joko Widodo, dijo recientemente que la reubicación ayudará a extender las actividades económicas fuera de la isla más poblada de Java y reducirá su brecha de ingresos con el resto del país.
Además, especialistas consideran que la medida es necesaria, ya que la capital actual de 10 millones de personas sufre un estancamiento del tráfico y frecuentes inundaciones, y su contaminación roza niveles insalubres.
Yakarta también se hunde, pues dos quintas partes del área se encuentran ya por debajo del nivel del mar y otras se están sumergiendo a una velocidad de 20 centímetros por año, según estudios.
No obstante, grupos ambientalistas advierten por el daño potencial a las selvas tropicales de Kalimantan, que ha perdido el 30 por ciento de sus bosques en poco más de cuatro décadas por la industria del papel, fundamentalmente.
Indonesia, que maneja la idea durante décadas, sería el tercer país del sudeste asiático en trasladar su capital, pues Malasia movió su capital administrativa a Putrajaya en 2003, y Myanmar cambió su gobierno a Naypidó en 2006.
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