«Todo el mundo sabe, en Brasil y en el mundo, que Bolsonaro es un mentiroso», afirmó Lula a través de su oficina de asesores.
Durante una entrevista con SkyTV24 en Italia, Bolsonaro manifestó, sin presentar ningún tipo de indicio ni pruebas, que Lula tenía relaciones con narcotraficantes.
Indicó que el exdirigente obrero estaría entre varias «autoridades de izquierda en Brasil y España» que habrían recibido recursos del tráfico de estupefacientes desde Venezuela.
«Es una larga historia. Su liderazgo político comienza con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) colombianas. A partir de este momento comenzó su relación con el narcotráfico. El milagro que salvó a Brasil fue nuestra llegada en 2018», aseguró Bolsonaro.
Al respecto, la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, objetó al excapitán del Ejército, a quien considera un gobernante aislado.
«Sin preparación y desesperado con la creciente desaprobación popular, Bolsonaro ataca a Lula con fake news (noticias falsas) en una entrevista en Italia. Muy grave», escribió Hoffmann en redes sociales.
Para la diputada, «este hombre no puede seguir mintiendo libremente por ahí. El STF (Supremo Tribunal Federal) debe resolver esto en la investigación de fake news. Es urgente», remarcó.
En otra arista, el exministro de Relaciones Exteriores Celso Amorim se mostró perplejo ante la participación de Bolsonaro en la reunión de líderes del G20, que terminó este domingo en Roma.
Resulta triste ver las imágenes del jefe de Estado «catatónico en el G20», lamentó Amorim.
Declaró al portal de noticias Poder360 que, en sus casi 60 años en la diplomacia, nunca vio nada parecido: el aislamiento de Bolsonaro en la reunión de Roma.
Insistió en que Brasil pierde de diferentes maneras con esto y se entierra en todo el mundo.
«Lo que más me impresiona es el hecho de que las élites económicas y financieras del país consideren aceptable convivir con un presidente como Bolsonaro. No tiene empatía, nadie quiere hablar con él», remarcó.
En todas las encuestas de opinión rumbo a las elecciones de 2022 queda al desnudo la creciente impopularidad del mandatario de tendencia ultraderechista.
Sin embargo, la intención de voto de Lula, favorito en todos los sondeos, comenzó a fortalecerse desde que recuperó sus derechos políticos en marzo tras un juez de la Corte Suprema anular sus condenas y posibilitara su participación en la carrera por el poder el próximo año.
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