La cancillería afirmó en un comunicado que la reciente decisión de Israel de permitir la construcción de mil 300 viviendas palestinas en el área C de la margen occidental tiene el objetivo de aplacar las críticas a la ocupación.
El Área C representa el 60 por ciento de Cisjordania y está totalmente bajo el control administrativo y de seguridad israelí.
Solo nuestro pueblo tiene el derecho de construir allí, y eso no está sujeto a negociación o trueque, subrayó el texto.
En ese sentido, el ministerio de Relaciones Exteriores afirmó que “las autoridades de ocupación también están tratando de dar más legitimidad y encubrir el robo de tierras palestinas”.
Al respecto, recordó que poco antes de dar luz verde a ese proyecto, también sancionó la edificación de tres mil 144 unidades habitacionales para los colonos judíos en la región.
La cancillería reiteró su rechazo a este “trueque colonial israelí” y recordó que según las normas internacionales Cisjordania es parte integral del futuro Estado palestino y por tanto “la potencia ocupante no tiene derecho a ningún cambio allí”.
Precisamente, la ampliación de los asentamientos israelíes provocó la pasada semana una ola de condenas internacionales y fuertes cuestionamientos de partidos que integran la alianza gubernamental israelí, entre ellos Meretz y el laborismo.
La Liga árabe, ONU, la Unión Europea, incluso Estados Unidos, un estrecho aliado de Tel Aviv, mostraron su oposición al plan.
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