El medio noticioso reprodujo declaraciones del canciller Abdala Bou Habib, quien aseguró que el Partido de Dios es un componente fuerte del Estado, quizá el más fuerte, pero no tiene monopolio político.
Bou Habib aludió así a formulaciones del Ministerio saudita de Relaciones Exteriores respecto a que la crisis entre Beirut y Riad tiene su origen en el dominio de la Resistencia islámica libanesa.
De igual manera, el jefe de la diplomacia demandó un diálogo con el reino del desierto como parte de los esfuerzos para resolver la disputa en desarrollo y evitar una escalada.
“Líbano invita a las autoridades sauditas a conversaciones para resolver todos los problemas pendientes y no sólo la más reciente, de modo que no se repita la misma crisis”, apuntó el ministro.
Habib indicó que la solución del diferendo actual llegaría mediante el diálogo, la comunicación y la confianza, y no con imposición.
El viernes último, Arabia Saudita dio 48 horas al embajador libanés para que abandonara el país, retiró a su similar de Beirut y suspendió todas las importaciones procedentes de Líbano.
Para esas decisiones, Riad pretextó lo dicho por el ministro libanés de Información, George Kordahi, sobre lo absurdo de la guerra en Yemen y que los rebeldes hutíes se defienden de una agresión encabezada por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
Kordahi expresó esas opiniones en agosto último, un mes antes de asumir el cargo, y reiteró que las emitió a título personal, aunque no se retractaría ni renunciaría como exige Riad.
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