En un evento de alto nivel de la vigesimosexta Conferencia de las Partes (COP26) sobre el cambio climático, las autoridades presentes destacaron la necesidad de una gestión basada en un mayor intercambio de datos e información.
«Sin buenos elementos, las políticas sobre el clima y el agua son solo palabras vacías”, expuso en la cita János Áder, presidente de Hungría, cuya economía depende en gran medida del caudaloso Danubio y otros ríos.
Nuestros glaciares se están derritiendo rápidamente y, hasta la fecha, más de mil de los 14 mil existentes en Tayikistán se derritieron por completo, advirtió el mandatario de ese país, Emomali Rahmon.
En las últimas décadas, en mi nación el volumen total de estos, que representan más del 60 por ciento de los recursos hídricos de Asia Central, disminuyó casi un tercio, subrayó.
Datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) reflejaron que el cambio climático agrava tanto la escasez de agua como los peligros relacionados con ella, pues el aumento de las temperaturas interrumpe los patrones de precipitación y todo el ciclo del líquido.
A un acceso inadecuado al importante rubro se enfrentan por estos días en el planeta, cuanto menos un mes al año, tres mil 600 millones de personas y se espera el aumento a más de cinco mil millones en 2050, alertaron.
Solo el 0,5 por ciento del agua en la Tierra es utilizable y disponible como agua dulce, pero en los últimos dos decenios, el almacenamiento terrestre de la misma cayó a un ritmo de un centímetro por año, señalaron.
El panel efectuado este martes estuvo integrado por sus 18 miembros, una coalición que encabezó la OMM y 10 agencias de las Naciones Unidas, jefes de Estado, exmandatarios, exgobernantes, la sociedad civil, el sector privado, entre otros.
El grupo tiene como propósito lograr una Agenda de Agua y Clima global integrada para apoyar una adaptación y resiliencia más efectivas y acelerar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible seis (agua y saneamiento) y 13 (clima).
La COP26, prevista hasta el próximo 12 de noviembre, sobresale como una de las últimas oportunidades para adoptar planes que permitan limitar a 1,5 grados Celsius la temperatura global y reducir a cero las emisiones contaminantes.
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