El jefe de Gobierno aseguró que esas acciones pretenden sembrar la anarquía en el país, además de poner en riesgo la vida de personas y bienes.
Henry anunció que dio instrucciones a las autoridades públicas para que investiguen y persigan a los responsables, y así llevarlos ante la justicia.
La víspera hombres armados ingresaron en el hospital Sacré-Coeur en la ciudad Milot rompieron las ventanas y destrozaron todo a su paso, además de amenazar al personal de servicio, confirmó el director Harol Prévil.
Tanto el laboratorio, como los registros de pacientes fueron consumidos por el incendio, y el grupo intentó prender fuego al generador eléctrico del hospital.
“Hicieron el ataque con el pretexto de venir a buscar a un asesino que estaba hospitalizado”, señaló el directivo que describió el ataque como terrorista y reveló que entre los asaltantes figuraban exempleados de la institución, despedidos anteriormente por malversación de fondos.
Prévil anunció el cierre temporal de la clínica y el traslado de los pacientes afectados por Covid-19 hacia el hospital de Mirebalais, situado en el centro del país.
Haití se encuentra sumida en una espiral violenta, con la multiplicación de las bandas armadas en su territorio nacional, el aumento de los secuestros, asesinatos y actos criminales.
Solo en los primeros 16 días de octubre organizaciones de derechos humanos registraron 119 secuestros, entre ellos 17 misioneros de Estados Unidos y Canadá que aún continúan en manos de sus captores.
Las pandillas incrementaron el control en zonas estratégicas de la capital y cortaron la distribución de combustible, poniendo en peligro el funcionamiento de hospitales, potabilizadoras de agua y otras compañías.
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