La Autoridad de Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros palestinos alertó en un comunicado sobre el rápido deterioro del estado de salud de los huelguistas, en especial de Kayed al Fasfous, quien lleva 112 días sin ingerir alimentos.
Oriundo del poblado cisjordano de Duras, al Fasfous sufre fuertes dolores en todo el cuerpo, calor y ardor en los ojos, fatiga extrema e incapacidad para moverse, subrayó la entidad.
El texto precisó que las autoridades israelíes trasladaron a Ayyad Al Harimi, en huelga de hambre desde hace 42 días, de la prisión Ofer a la Clínica Ramle debido a problemas de salud.
Miqdad Al Qawasmeh, mantiene la protesta desde hace 105 días, Alaa Al Araj 88 Hisham Abu Hawash 78 y Louay Al Ashkar 24.
Todos ellos exigen su liberación pues fueron detenidos sin cargos ni juicios bajo el amparo de la llamada detención administrativa, utilizada por Israel para arrestar a palestinos por intervalos renovables que suelen oscilar entre tres y seis meses sobre la base de pruebas no divulgadas que incluso el abogado del acusado tiene prohibido ver.
Citado por la agencia de noticias Maan, Khaled, hermano de al Fasfous, precisó que el joven está al borde de la muerte clínica.
El diario libanés Al Akhbar reveló este miércoles que dos milicias palestinas advirtieron a Israel, a través de los mediadores egipcios, que si la situación de los presos continuaba podría sepultar la calma en la frontera entre ese país y la franja de Gaza, controlada por el Movimiento de Resistencia Islámica.
Los grupos armados, que no menciona el periódico, afirmaron que la vida de los detenidos palestinos es una línea roja, cuyo cruce obligará a las facciones a rechazar cualquier pacto alcanzado con anterioridad.
En ese contexto, el jefe de la Jihad Islámica, Muhammad Shalah, amenazó con acciones militares si fallece uno de ellos.
“Quemaremos todo bajo los pies de la ocupación (Israel) en caso del martirio de cualquier preso» palestino, aseguró.
Según cifras oficiales, unos cuatro mil 850 palestinos, incluidas 36 mujeres y 225 niños, languidecen en las cárceles israelíes.
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