En uno de los textos se califica a la LUC como “todo un andamiaje jurídico» para vehiculizar ajustes promovidos desde el Poder Ejecutivo” del gobierno que asumió el 1 de marzo de 2020 y cuya composición de clase tiene que ver directamente con los intereses del gran capital transnacional, conducido especialmente por los agronegocios.
Implica «desde un punto de vista político, que el bloque de poder asume la administración del Estado en el cuadro de una coalición de derecha con componentes de ultraderecha y elementos fascistizantes», enfatiza a continuación.
Pero destaca que la campaña para revocar los 135 artículos más negativos de la LUC fortaleció la organización del Pit-Cnt y del «campo popular», que derivó en un «estado de ánimo» de «una calidad diferente y superior».
Avizora en lo adelante que “a partir de una victoria popular en el referendo revocatorio se podría abrir todo un campo de acción en una situación de una calidad diferente», que derivaría en «la construcción participativa de un programa para las grandes mayorías de nuestro pueblo”.
El Congreso entró en su segunda jornada concentrada en consensuar una plataforma programática, estrategia y la conformación de una estructura de dirección en torno a la Mesa Representativa, y liderazgos de presidente y secretario general o en su lugar coordinadores,
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