Fue un atractivo duelo entre las dos mejores raquetas del mundo en este momento, con el ruso poniendo el ritmo dese los primeros compases y Dijokovic teniendo que revertir un comienzo deficiente.
Para la segunda manga Djokovic consiguió de a poco corregir y mejorar sus aspectos más importantes dentro del juego, como es el caso del servicio que concluyó para un 79 por ciento de efectividad.
La mejora del serbio dentro del partido fue añadiendo más emoción al desenlace del encuentro en el que Medvedev perdió un poco la concentración exigiendo al público respetar el silencio.
Al final Djokovic consiguió en París un éxito que calma la frustración del cuarto Grand Slam fallido en Nueva York y repite por séptimo año el número uno del mundo, mientras rompe una igualdad con Rafa Nadal en mayor número de títulos de certámenes Masters 1000, ahora con 37 por 36 del ibérico.
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