Al intervenir este lunes en un debate parlamentario convocado de urgencia, el jefe de la oposición en el Parlamento del Reino Unido dijo que Johnson corrompió la confianza en los parlamentarios al apoyar una reforma de las reglas de cabildeo para proteger a su correligionario Owen Paterson, acusado de recibir grandes sumas de dinero de empresas privadas a cambio de favores políticos.
Tras la airada reacción de los parlamentarios opositores y de no pocos conservadores, el gobernante se vio obligado a dar marcha atrás a esa decisión, y Paterson renunció poco después a su curul.
Cuando el primer ministro dice que las reglas diseñadas para evitar los beneficios personas no aplican para sus amigos, entonces está corrompiendo la confianza, recalcó Starmer.
Johnson, quien no asistió al debate de emergencia por estar en un recorrido de trabajo por el nordeste de Inglaterra, se negó este lunes a disculparse por su manejo del escándalo.
Tenemos que asegurarnos de que nos tomemos todo esto muy en serio, y que lo hagamos bien, se limitó a responder el primer ministro al ser interrogado por la prensa que lo acompañó en la visita.
El lugar de Johnson en la Cámara de los Comunes lo ocupó el ministro de Gobierno Steve Barclay, quien sí se disculpó por lo sucedido la semana pasada y admitió que fue un error tratar de cambiar el sistema de apelaciones y rehusarse a apoyar la suspensión de Paterson.
Al margen de las criticas que desató en el Parlamento, la actitud asumida por el primer ministro ante un caso evidente de corrupción y favoritismo también mermó el apoyo popular hacia el gobierno, juzgar por encuestas recientes que dan apenas un punto de ventaja a los conservadores sobre los laboristas.
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