Propone López Obrador en ONU plan mundial de bienestar y paz
López Obrador en Nueva York para presidir reunión Consejo Seguridad
Al inaugurar la presidencia rotativa de México del principal órgano ejecutivo de la ONU, el mandatario atacó las acciones nocivas de empresas transnacionales inescrupulosas que multiplicaron su opulencia y frivolidad a costa del saqueo de países pobres y adoptaron la corrupción como forma de vida.
Consideró que el obsoleto modelo económico neoliberal que busca convertir pérdidas en ganancias, y alienta el saqueo de los recursos naturales hasta convertirse en buitres de los pueblos, es el causante de la corrupción, y pidió que los tribunales juzguen y castiguen a quienes no tienen capacidad de conciencia y se hacen millonarios robando al erario.
Afirmó que es corrupción ocultar dinero ilícito en paraísos fiscales, hacer usura con acciones de obtención dudosa o administrar fondos buitres conocedores de su procedencia ilegítima y sin perder siquiera su supuesta dignidad.
La corrupción, señaló, es la causa principal de la desigualdad social, de la pobreza, la violencia, la migración, los conflictos sociales.
Nunca antes, dijo, se había acumulado tanta riqueza en tan pocas manos a cuenta del sufrimiento de millones de personas y su origen está en la corrupción, la privatización de lo que es de todos y no debería tener dueños.
Puso como ejemplo de la desigualdad social entre personas y países por la corrupción, el tema de las vacunas contra la Covid-19 con las que farmacéuticas privadas aumentaron extraordinariamente sus fortunas a costa de la salud de las personas.
Acotó que esas compañías tienen bajo su control el 94 por ciento de esos biológicos, mientras que el programa de la ONU Covax apenas si llega a un seis por ciento, lo cual es un doloroso y rotundo fracaso.
Este dato simple, dijo, pudiera llevarnos a admitir que en el mundo actual la generosidad y el sentido común han sido desplazados por el egoísmo y la ambición privada, el afán de lucro y nos pasamos de la civilización a la barbarie, enajenados, dándole la espalda a los dolores de la humanidad.
Si no revertimos esas tendencias, advirtió, no podremos resolver ninguno de los otros problemas en el mundo.
Que se denuncie y combata la corrupción en el mundo y se estará librando al mismo tiempo la gran batalla contra la desigualdad, la pobreza y todos los males derivados de esas tragedias, proclamó.
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