La Oficina Integrada de la ONU (Binuh, por sus siglas en francés) en el país alentó a todos los implicados en la crisis a tomar conciencia de la gravedad de la situación y hacer lo posible para garantizar el suministro seguro y sostenible de los carburantes.
“Binuh hace un llamamiento a todas las partes interesadas para que se abstengan de realizar cualquier acción que pueda poner en peligro el suministro de combustible, de modo que este recurso esencial para la vida cotidiana pueda ser accesible a todos los haitianos”, manifestaron en un mensaje en la red social Twitter.
La crisis cada día se agrava en el país y pone en peligro miles de vidas tras el cierre de centros de salud, o la limitación de servicios de centros productores de oxígeno o potabilizadoras de agua.
Incluso los servicios estatales se encuentran afectados y varios ministerios redujeron sus horarios, para enfrentar la situación. La Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento advirtió que pronto no podrá suministrar a al menos tres comunas densamente pobladas de Puerto Príncipe.
Otros servicios como la transportación colectiva triplicaron sus precios, mientras bancos, escuelas y medios de presa solo operarán durante algunos días de la semana hasta la normalización de la situación.
La actual crisis es una de las mas graves que azota al país en los últimos años, y tiene como origen el poder de las pandillas que ampliaron sus zonas de control y bloquean el acceso a las terminales petroleras.
El líder de la federación G-9 y aliados amenazó con mantener la situación hasta la renuncia del primer ministro, Ariel Henry, mientras que la penuria deja jugosos dividendos en el mercado informal que llegó a septuplicar los precios oficiales.
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