La indagación confirmó en total 23 signos para detectar la enfermedad tras analizar los datos de unos 24 mil 230 pacientes a los que se les diagnosticó el padecimiento en Inglaterra entre 2000 y 2017.
Entre los más relevantes están coloración amarillenta de la piel, sangrado en el estómago o el intestino, problemas para tragar, diarrea, cambio en los hábitos intestinales y vómitos.
Asimismo se incluyen la indigestión, masa abdominal, dolor abdominal, pérdida de peso, estreñimiento, grasa en las heces, hinchazón abdominal, náuseas, flatulencia, ardor de estómago, fiebre, cansancio, pérdida de apetito, picor y dolor de espalda.
“Cuando el cáncer de páncreas se diagnostica antes, los pacientes tienen más posibilidades de sobrevivir. Es posible diagnosticar a los pacientes si acuden a su médico de cabecera, pero tanto los pacientes como los médicos de cabecera deben conocer los síntomas asociados al cáncer de páncreas», explica uno de los líderes del trabajo, Weiqi Liao.
Aunque la mayoría de los síntomas no eran específicos del cáncer de páncreas y podían deberse a otras afecciones benignas, los investigadores descubrieron que los pacientes diagnosticados con ese mal tenían una mayor probabilidad de experimentar algunos de estas señales no específicos un año antes del diagnóstico.
«Los nuevos hallazgos nos permiten seguir trabajando en la comprensión de los síntomas que podrían sugerir un cáncer de páncreas y así ayudar a los médicos de cabecera a tomar decisiones sobre a quién remitir para realizar pruebas urgentes, explicó el doctor Liao.
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