Solicitamos a los grupos de derechos humanos actuar de manera urgente para evitar su muerte, expresó Shtayyed en un comunicado difundido por el portavoz del gobierno Ibrahim Melhem.
Médicos israelíes advirtieron la víspera que al Fasfous está al borde de la muerte.
Los galenos del hospital Barzilai explicaron que está desarrollando síntomas que sugerían un coágulo en la sangre, lo cual es una advertencia del riesgo de muerte súbita, detalló su hermano Hasan al Fasfous a la agencia oficial de noticias Wafa.
Oriundo de la ciudad cisjordana de Dura, el joven de 34 años lleva cuatro meses sin ingerir alimentos en reclamo de su liberación, pues se encuentra tras las rejas sin cargos ni juicio bajo el concepto de detención administrativa.
Hasan subrayó que también experimenta una pérdida intermitente del conocimiento, latidos cardíacos irregulares, hormigueo en el pecho, una disminución de la presión arterial, problemas renales y cardíacos, escasez de líquidos en su cuerpo y dolores recurrentes.
Otros cinco detenidos palestinos también están en huelga de hambre por el mismo motivo: Alaa Al Araj desde hace 99 días, Hisham Abu Hawash, 90; Louay Al Ashkar, 35, y Ayyad Al Harimi 53.
El jueves último el prisionero Miqdad al Qawasmeh puso fin a la protesta tras 113 días luego del anuncio del gobierno israelí de excarcelarlo en febrero próximo.
Todos ellos exigen su liberación pues fueron recluidos sin cargos ni juicios bajo el amparo de la llamada detención administrativa, utilizada por Israel para arrestar a palestinos por intervalos renovables que suelen oscilar entre tres y seis meses sobre la base de pruebas no divulgadas que incluso el abogado del acusado tiene prohibido ver.
El diario libanés Al Akhbar reveló recientemente que dos milicias palestinas advirtieron a Israel, a través de los mediadores egipcios, que si la situación de los presos continuaba podría sepultar la calma en la frontera entre ese país y la franja de Gaza, controlada por el Movimiento de Resistencia Islámica.
Según cifras oficiales, unos cuatro mil 850 palestinos, incluidas 36 mujeres y 225 niños, languidecen en las cárceles israelíes.
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