«Es inaceptable que escenas como ésta sigan siendo una realidad en nuestra sociedad. Vamos, Adriana», escribió la CBF en la red social Twitter.
Anoche, el club Corinthians apabulló 8-0 al Nacional y ganó un lugar en la final de la Libertadores. La fiesta, sin embargo, no se produjo y el cotejo estuvo marcado por un episodio de racismo cometido por alguna atleta, aún no identificada, del equipo uruguayo al llamar a Adriana de macaca (mona).
En un comunicado, el Sport Club Corinthians Paulista asegura que «tomó conocimiento de la denuncia de las atletas de fútbol femenino sobre el abuso racial ocurrido en la semifinal de la Copa Libertadores, que repudia vehementemente» y prometió apoyo legal para investigar la denuncia.
Tal acto racista contra Adriana, señalado por el Corinthians, ocurrió después que ella marcara de penalti el sexto gol de la victoria alvinegra.
Y justo después de que Grazi cerrara el marcador con el octavo gol del Corinthians, lo celebró con el puño cerrado, en señal de protesta, acompañado por el resto de la plantilla en una manifestación antirracista.
La CBF y otras selecciones femeninas lamentaron el episodio y ofrecieron su apoyo a Adriana.
Después de la paliza al Nacional, el club brasileño desafiará el 21 de noviembre en la final femenina de la Libertadores al Independiente Santa Fe colombiano, en el estadio Gran Parque Central de Montevideo.
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