El Ministerio de Relaciones Exteriores calificó ese movimiento de ofensivo, injerencista y una violación al principio de Una sola China y de los comunicados que sustentan el establecimiento de los nexos Beijing-Vilna.
Criticó al país europeo por dar ese paso pese a la objeción y disuasión del gigante asiático, tras llamarlo a prepararse para asumir las debidas consecuencias.
“Hay una sola China en el mundo, Taiwán es parte inalienable del territorio chino (…) Exigimos a Lituania que de inmediato corrija su decisión errónea”, acotó la Cancillería.
Asimismo, recalcó a las autoridades de Taipéi que la búsqueda de apoyo extranjero a los intentos independentistas, están condenados al fracaso.
En julio pasado, la isla reveló un acuerdo con Lituania para abrir una oficina de representación y Beijing consideró el hecho una provocación.
Aparte, la nación europea abandonó un mecanismo de cooperación con China y su Parlamento aprobó una moción de censura por el supuesto maltrato a la población uigur de Xinjiang.
En respuesta, China retiró a su embajador allí y presentó varias quejas.
La comunidad internacional adoptó con 170 votos una resolución en 1971 que considera a la República Popular China el único representante legítimo ante las Naciones Unidas y reconoce a Taiwán como parte inalienable de esa nación asiática.
Para avanzar hacia la completa reunificación del territorio nacional, Beijing defiende también la política de Un país, dos sistemas, aplicado en las regiones administrativas de Hong Kong y Macao.
Sin embargo, los dirigentes de Taipéi se niegan a aceptar ese status.
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