«No hay nada nuevo», expresó ante los micrófonos de France Inter, el día después de su intervención de su intervención en la Conferencia de Pesca de Saint-Pol-de-Léon, en el extremo noroccidental del país, donde mencionó la posibilidad de habilitar un fondo de compensación para los barcos que no obtengan la licencia de pesca necesaria.
Esta posibilidad enfureció a muchos pescadores, que interpretaron este “plan de salida de la flota” como una derrota y una capitulación en las actuales negociaciones con Londres, algo desmentido por la ministra asegurando que “lucharemos hasta el final” para conseguir las 150 licencias de pesca que faltan, frente a las 900 ya obtenidas, según sus cálculos.
Insistió en que la «prioridad (del gobierno) es la obtención de licencias», pero «eso no impide que planifiquemos el futuro del sector» buscando compensar a los que se queden fuera, “nadie debe quedarse en el camino”, añadió.
Por su parte el presidente del comité regional de pesca de Alta Francia, Olivier Lepretre, consideró que el ejecutivo “está desarmado” y que “baja la bandera, aunque había prometido medidas de represalia” contra Gran Bretaña, lamentó.
Más conciliador se mostró Dimitri Rogoff, presidente del Comité Regional de Pesca de Normandía, pues si bien reconoció que “Francia ha cedido un poco”, también recordó que “el plan de salida para la flota estaba previsto antes del Brexit”, por si las negociaciones no alcanzaban un acuerdo.
En esa línea se expresó también hoy el eurodiputado Stéphane Séjourné al recordar que “esta compensación ya estaba prevista en el momento de las negociaciones con los británicos para el Brexit”, a pesar de lo cual todavía hay sobre la mesa “200 licencias que deben ser concedidas” por Londres.
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