El embajador comunicó la decisión de la nación centroamericana frente a las reiteradas injerencias del organismo hemisférico en sus asuntos internos y destacó la postura del poder legislativo, judicial, electoral y el pueblo respecto al rechazo de ese documento fundacional adoptado en 1948.
De acuerdo con Almagro, la petición de Nicaragua seguirá un proceso que tarda dos años, y luego impulsarán los trámites de salida correspondientes e instruyó al secretario general adjunto, embajador Néstor Méndez, sobre al aviso de ese reclamo a los demás estados miembros y observadores permanentes.
Con anterioridad, el ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, recordó los pronunciamientos de condena a las acciones injerencistas de la OEA, desde poderes estatales como la Asamblea Nacional, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo Nacional Electoral.
Desde la sede de la cancillería en Managua, el titular significó la promoción y defensa de su país al respeto de los principios rectores del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas, especialmente, la igualdad soberana entre los estados y la no injerencia en asuntos internos de otros territorios.
Moncada también reconoció el apego de esa nación a cuestiones como la abstención del uso de la fuerza, las amenazas y la no imposición de medidas unilaterales, ilegales y coercitivas, elementos de obligado cumplimiento para la OEA, si bien los desconoce y transgrede continuamente de manera irresponsable.
rgh/dgh