En conferencia de prensa conjunta luego de las conversaciones oficiales con su homóloga sueca y presidenta de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Ann Linde, el funcionario señaló qué Moscú está abierto al diálogo con Occidente, como dijo la víspera el presidente Vladímir Putin.
Apuntó que, sin embargo, “no haremos la vista gorda ante las flagrantes provocaciones que vemos a diario por parte de los miembros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y, cada vez más a menudo, de la UE”.
Lavrov denunció el apoyo de ambas formaciones a los intentos de Kiev de organizar misiones de entrenamiento militar para los ucranianos y de preparar su Ejército para acciones con las que amenazan a Rusia de manera constante, como sus afirmaciones de que tomarán Donbass por la fuerza o que atentarán contra la República rusa de Crimea.
“Vemos lo que está ocurriendo, pero les aseguro que nunca permitiremos que se vulneren nuestros legítimos intereses nacionales de ninguna manera. Tenemos todo lo que necesitamos para garantizarlo”, enfatizó el canciller.
El jefe de la diplomacia rusa aclaró que las relaciones de su país con Occidente se mantendrán bajo los principios de la Carta de las Naciones Unidas, así como a través de la OSCE, “en la que todos deben lograr un equilibrio de intereses, en lugar de consentir lo que dicta Occidente”.
Según el ministro Rusia siempre está abierta al diálogo, pero solo sobre una base de igualdad y respeto mutuo y sobre la base de búsqueda de un equilibrio de intereses.
Manifestó su aspiración de que Suecia, con su tradición de neutralidad, “desempeñe el papel de un país que promueve el consenso, la armonía y una agenda unificadora en lugar de pensar en términos de por qué Rusia es desobediente con el Occidente democrático”.
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