De acuerdo con una disposición divulgadas por las autoridades de salud desde este lunes se estableció que las mascarillas serán de uso obligatorio en todos los espacios cerrados y cierran los restaurantes, gimnasios así como todos los espacios de ocio además de los comercios, con excepción de los supermercados y farmacias.
Los ciudadanos solo podrán salir de sus viviendas para realizar compras de primera necesidad, ir al médico y hacer ejercicios al aire libre, lo cual generó críticas de fuerzas de ultraderecha, como el Partido de la Libertad (FPO), cuyo líder, Herbert Kickl, convocó a una manifestación el pasado sábado contra las restricciones impuestas.
El ecologista Wolfgang Mückstein, ministro de Salud, señaló que estas acciones se justifican debido a que en las unidades de cuidados intensivos «el personal está al límite, ya no puede más».
Los hospitales de algunas regiones están al borde del colapso por el incremento de casos de la Covid-19 y fue necesario posponer numerosas intervenciones quirúrgicas, precisó la fuente.
En respuesta a la convocatoria del FPO unas siete mil personas se manifestaron en las calles de esta y otras ciudades contra las medidas adoptadas por el Gobierno, al que en varias pancartas calificaron como coronadictadura.
En Austria, con casi 9 millones de habitantes, se contabilizan desde el inicio de la pandemia más de un millón de contagiados y unas 12 mil muertes, situación que se agravó en las últimas semanas con un rebrote, que en las últimos dos semanas afectó a casi 156 mil personas, según cifras oficiales.
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