El jefe del Departamento de Ciudadanía y Migración del Ministerio del Interior belaruso, Alexei Begún, explicó que junto a esas agencias de la ONU se elaboran medidas para resolver el conflicto en la frontera belarusa-polaca y retornar a su patria a los refugiados que lo desean.
Señaló que las soluciones incluyen también la legalización de la condición jurídica de los refugiados y el apoyo para sus posibles ingresos a terceros países que quieran acogerlos, reportó la agencia de noticias TASS.
Begún informó que un grupo de 118 inmigrantes partió de Belarús la víspera y otro se prepara para salir del aeropuerto de Minsk este martes con destino a sus respectivos países, luego de cumplir con los diversos trámites aduaneros y fronterizos.
“Esas 118 personas volaron de manera individual, los organismos del interior y las tropas fronterizas les ayudaron en el papeleo y el paso a través de la frontera estatal”, indicó el funcionario del Ministerio del Interior.
Las embajadas de Iraq y Siria están organizando vuelos de evacuación, luego de ofrecerle a sus ciudadanos en situaciones difíciles regresar a su nación de origen.
“Las personas que están de manera firme en la frontera belarusa-polaca desean viajar a los países de la Unión Europea. Por lo tanto, se niegan a todas las propuestas que tengan que ver con regresar”, aclaró.
Indicó que ese grupo no solicitó a las autoridades competentes de Belarús el estatuto de refugiado o la protección adicional que se le puede brindar.
La crisis migratoria en las fronteras de Belarús con Polonia, Lituania y Letonia comenzó a principios de año, pero se agravó a partir del 8 de noviembre, cuando miles de personas se acercaron a la frontera polaca desde el lado belaruso, donde permanecen.
Mientras las naciones occidentales acusan a Minsk de provocar el conflicto, el presidente belaruso, Alexandr Lukashenko, ha reiterado que el país no es culpable de tal situación, la cual considera consecuencias de las guerras y las difíciles condiciones de vida que padecen las personas en esos países, provocadas por Estados Unidos y la OTAN.
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