La presión para pedir adelanto de los comicios generales aumentó debido a una crisis económica marcada por la elevada inflación y la caída de la moneda nacional (la lira turca), precisó este miércoles la prensa en Ankara.
El partido socialdemócrata de Turquía, el principal de la oposición, celebró una reunión extraordinaria de su ejecutivo tras la cual su líder, Kemal Kilicdaroglu, anunció que hará todo lo posible para forzar el adelanto de las elecciones parlamentarias y presidenciales, previstas en junio de 2023.
El dirigente socialdemócrata acusó a Erdogan de estar empobreciendo el país, ya que la lira ha perdido un 30 por ciento de su valor en lo que va de año.
Fuentes allegadas a la dirección de los socialdemócratas señalaron que planean manifestaciones multitudinarias, bien organizadas, para reconducir las protestas espontáneas que se han visto ya en las calles de algunas ciudades y se teme podrían descontrolarse y derivar en disturbios.
También el partido pro-kurdo, tercero en el Parlamento, hizo hoy un llamamiento a la unidad de la oposición y pidió al ejecutivo de Erdogan que dimita.
A estas acciones se unieron las agrupaciones nacionalistas, e incluso antiguos altos cargos del Partido Islamista de Turquía (AKP) de Erdogan, que abandonaron la formación en los últimos años por divergencias con el presidente.
La presión sobre el ejecutivo turco se incrementó este miércoles tras las declaraciones del propio Erdogan, quien rechazó convocar a elecciones anticipadas y confirmó que los comicios serán en junio de 2023.
El mandatario enfatizó que desde su fundación en 2001 el AKP, que actualmente integra la Alianza del Pueblo junto al ultraconservador Partido del Movimiento Nacionalista, ha ganado en todos los comicios, y aseguró que en los próximos obtendrá una cifra récord de votos.
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