Formiga colgó los botines tras una brillante participación en siete Juegos Olímpicos e igual de copas mundiales en sus fuertes piernas.
Defendió la camiseta de la Verdeamarelha desde los 17 años y se mantuvo por 26 para acumular más de 20 mil minutos en gramas de disímiles estadios, además de 233 partidos disputados.
Acumuló en su larga trayectoria 151 victorias, 35 empates, 47 derrotas y 37 goles.
Ella es la atleta, entre hombres y mujeres, que más veces vistió la camiseta de la selección nacional. Tres veces campeona panamericana, titular de la Copa América, subcampeona del mundo y dos veces medalla de plata olímpica.
«No sé ni qué decir. Es una combinación de sentimientos. Es un sentimiento de deber cumplido. Siento que mi trabajo no ha sido en vano…Espero que todas las chicas entiendan que el trabajo continúa y sigan contribuyendo mucho al crecimiento del fútbol femenino en el país», declaró a la Confederación Brasileña de Fútbol TV.
La veterana excentrocampista manifestó además que actualmente se puede soñar con un futuro mejor en este deporte, en el cual las muchachas no enfrentarán a la mitad de las barreras que ella tuvo al principio.
«Hoy el fútbol femenino es una realidad. El legado es seguir creyendo, porque el fútbol femenino brasileño es cada vez mejor», subrayó la eterna exjugadora.
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