La decisión de edificar más de nueve mil viviendas para colonos judíos en esa terminal aérea, cerrada por el ejército israelí desde hace dos décadas, es una nueva provocación, afirmó Salem en un comunicado.
El funcionario calificó de limpieza étnica la estrategia de demolición de estructuras palestinas en Cisjordania y en la llamada ciudad santa.
Construido en 1924, el aeropuerto de Qalandia es uno de los más antiguos de Oriente Medio y por tanto es un símbolo de la soberanía palestina, subrayó.
Esta semana la municipalidad israelí de Jerusalén aceleró el proyecto para edificar esas unidades habitacionales.
La iniciativa transformaría la antigua terminal aérea de 124 hectáreas en un nuevo vecindario, con parques, hoteles, edificios públicos, zonas comerciales y viviendas para los judíos.
Días atrás una delegación de la Unión Europea (UE) visitó el sitio y rechazó el proyecto.
Esa propuesta tiene el objetivo de separar Cisjordania de Jerusalén oriental y además hace peligrar una solución negociada al conflicto basada en dos Estados, afirmó el representante de la UE ante la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Sven Kuhn von Burgsdorff.
En similar sentido se pronunció la ANP al señalar que el plan intenta “completar la separación de Jerusalén de sus alrededores palestinos como parte de un proceso para judaizar la ciudad y cambiar su realidad histórica, legal y demográfica”.
El objetivo sionista es trazar las fronteras del “Gran Jerusalén», que incluye los grandes bloques de colonias de Gush Etzion, Ma’ale Adumim y Givat Ze’ev, aseguró el pasado mes el experto Suhail Khaliliya.
Según datos oficiales palestinos, Israel edificó más de 31 mil viviendas en las 144 colonias ubicadas en Cisjordania y Jerusalén oriental desde 2004.
En tanto, el número de colonos creció de 415 mil hace 17 años a 660 mil en 2019, pese al rechazo de la comunidad internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
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