Aún no es mi momento. Mi familia tampoco lo quiere, dijo a los periodistas Go, quien ingresó al concurso para el cargo más alto del país dos días antes de la fecha límite del 15 de noviembre.
El legislador explicó que su decisión de retirarse también fue para evitar causar «más problemas» a Duterte, a quien aseguró amar «como a un padre».
Sigo siendo leal a él y prometo estar con él para siempre, pero en los últimos días me di cuenta de que mi corazón y mi mente contradicen mis propias acciones, señaló.
Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de los analistas le habían dado a Go pocas posibilidades de éxito en las elecciones de mayo, y consideraban que el espaldarazo del actual mandatario no era suficiente para que ganara los comicios.
Su repentina salida reduce el campo de candidatos que compiten por reemplazar a Duterte, quien tiene prohibido constitucionalmente buscar un segundo mandato de seis años.
Según una encuesta reciente realizada por Social Weather Stations, el hijo homónimo del exdictador Ferdinando Marcos tiene una ventaja dominante en la carrera.
A Marcos Jr. le siguieron el actual vicepresidente y crítico de Duterte, Leni Robredo, el famoso alcalde capitalino Francisco Domagoso y el legendario boxeador Manny Pacquiao.
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