Por 47 votos a favor y 32 en contra, el abogado, cuestionado en varios momentos sobre acciones y discursos antidemocráticos del presidente Jair Bolsonaro, quien lo nombró, ocupará el asiento de Mello tras cuatro meses de espera.
«Nadie puede ser vetado por su condición de religioso, pues éste no es el criterio para ser propuesto para el Tribunal Supremo. Lo que tenemos ante nosotros es un técnico», afirmó la ponente, la senadora Eliziane Gama, evangélica como Mendonça, pastor de la Iglesia Presbiteriana de Esperança, en Brasilia.
Apuntó que la candidatura se convirtió en una disputa religiosa.
Interrogado sobre el matrimonio homosexual, el exministro de la Abogacía General de la Unión primero dudó y luego dijo que defendía el «derecho constitucional» de las parejas del mismo sexo.
Antes de la votación en el plenario, Mendonça, de 48 años, respondió preguntas de los senadores de la Comisión de Constitución y Justicia, y entre otras cuestiones defendió la laicidad del Estado brasileño.
Es el segundo ministro del STF nombrado por Bolsonaro, el otro es Kassio Nunes Marques, aprobado en octubre del año pasado por 57 votos contra 10.
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