De entre 24 países, los ciudadanos franceses fueron los más afectados por la crisis sanitaria pues un 28 por ciento de los entrevistados afirmaron haberse visto obligados a endeudarse para pagar gastos corrientes como la luz, el teléfono, u otras.
Además, un 27 por ciento reconoció haber pagado una o más facturas con retraso en los últimos seis meses, mientras que cerca de la mitad de los encuestados (49%) admitió que esta circunstancia le ocurre con regularidad.
En lo que respecta a la cuantía de los préstamos solicitados, un 32 por ciento detalló haber pedido importes equivalentes a una cuarta parte de sus ingresos mensuales, situando a Francia como el tercer país más endeudado a nivel familiar, tras Reino Unido y España.
Sobre el estado financiero de los hogares franceses, un 40 por ciento de los preguntados consideró que su situación se deterioró en los últimos meses, tanto de cara a realizar pagos como a la hora de ahorrar, y un 27 por ciento vio improbable que su posición mejore pronto y opinaron que la crisis seguirá teniendo un impacto negativo durante más de dos años.
Entre las razones que originan este deterioro, dos de cada tres encuestados apuntaron hacia el aumento de los precios, especialmente de las tarifas de gas y luz, combustibles, alimentos y bienes de consumo, mientras que el tercio restante consideró que se debía a la reducción o eliminación de las ayudas públicas a las empresas afectadas por la crisis sanitaria.
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