Los convocantes señalaron a la prensa que en el último año “los precios subieron un 1,9 por ciento, mientras que las pensiones básicas sólo aumentaron un 0,4 y las complementarias un 1 por ciento”, y en muchos casos, señaló Marc Bastide, secretario del sindicato de pensionistas de la CGT, los jubilados “deben mantener a sus hijos y a sus padres, ancianos dependientes”, dijo.
El gobierno proyecta para 2022 una revalorización de las pensiones básicas del 1,1 por ciento, pero los sindicatos la ven insuficiente, pues según señalaron “desde 2014, los pensionistas han perdido entre un 10 y un 12 por ciento de poder adquisitivo, es decir, un mes de pensión al año”.
Para garantizar unos ingresos dignos a los pensionistas, la CGT propone que el cálculo de las pensiones sea «proporcional a la evolución del salario medio» y que ninguna pensión esté por debajo del importe de este.
Los manifestantes también marcharon por «la defensa y la mejora de nuestra seguridad social en materia de salud y jubilación», igualmente demandaron el “desarrollo de los servicios públicos locales», y reclamaron “distribución diferente de la riqueza”.
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