En la reunión con sede en la ciudad sueca de Estocolmo, el jefe de la diplomacia rusa dijo que llegó el momento de transformar las palabras adecuadas en garantías, las que consideró un imperativo para evitar posibles escenarios de confrontación.
Lavrov recordó las palabras del presidente Vladimir Putin, la víspera, ante nuevos embajadores extranjeros, a quienes expresó su compresión de que cualquier acuerdo de este tipo debe tener en cuenta los intereses de Rusia y de todos los Estados del área euroatlántica.
“Debe garantizarse una situación tranquila y estable para todos, y es necesaria para todos sin excepción”, expresó Putin, según el sitio oficial de la Cancillería local.
En tal sentido, el ministro de Asuntos Exteriores indicó que en un futuro próximo Moscú presentará propuestas relevantes, por lo que solicitó que sean consideradas sin excusas, teniendo en cuenta, expresó, que la OSCE puede desempeñar un papel muy útil con respecto al tema.
El titular destacó el potencial de esa organización en la solución de conflictos, por lo que pidió que envíe una señal clara a Kiev sobre la inadmisibilidad de revisar los acuerdos de Minsk, que son la base indiscutible para la solución del conflicto en el este de Ucrania.
Advirtió que la crisis interna en ese país no será superada mientras su Gobierno evite cumplir con sus obligaciones legales internacionales, entre ellas el diálogo directo con Donetsk y Lugansk y el otorgamiento a estos territorios de un estatuto especial consagrado en la constitución.
El canciller ruso convocó a los presentes en la reunión a recordar que en los años 70 del siglo pasado, en una situación internacional difícil, fue convocada la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa, que acordó las bases de una arquitectura de seguridad nueva.
“Solo un enfoque unificador y de respeto mutuo nos permitirá preservar la Organización y dar rienda suelta a su potencial como plataforma para la toma de decisiones sobre cuestiones fundamentales de seguridad y cooperación”, concluyó.
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