De acuerdo con la planificación inicial, la estrategia incidirá en la reducción de la pobreza, presente en 74 por ciento de los hogares del país centroamericano, de esa cifra 53,7 por ciento viven en condiciones de pobreza extrema, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas en el presente año.
Otras proyecciones son la generación de empleos y la reactivación económica, caracterizada por el bajo crecimiento, la elevada informalidad, la dependencia de pocos productos de exportación y la estrepitosa caída de la inversión de manera general, especialmente, la foránea.
El plan del nuevo ejecutivo señaló, asimismo, como problemáticas el alto nivel de desempleo y la baja efectividad del gasto público y enfocó sus acciones en la reestructuración de la deuda, con el propósito de reducir su incidencia dentro del Presupuesto Nacional y la liberación de los fondos.
Datos oficiales aseguran que la deuda externa de Honduras, la pública y la privada, cerró el primer semestre de 2021 con un monto superior a los 11 millones de dólares, tema preocupante para la administración recién electa, sumado al análisis de la recaudación tributaria, los impuestos, la defraudación fiscal y el contrabando.
La virtual mandataria orientó a su grupo de trabajo respecto al abordaje de los temas en mesas técnicas y bajo el consentimiento de los diferentes sectores, encuentros desarrollados durante esta semana con representantes de la esfera privada, las universidades y algunos miembros del actual gabinete.
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