La caminata de unos 200 kilómetros entre el suroriental departamento de Oruro y La Paz se reveló como una de las más importantes de la historia nacional y mostró que “existe una agenda por cumplir”, añadió el experto a radio Kawsachun Coca.
Richter lamentó en declaraciones al programa Taypi de ese medio que sectores conservadores «intenten minimizar, invisibilizar y tergiversar esa movilización que reunió a un millón y medio de personas en defensa de la democracia y la justicia».
La marcha realizada entre el 23 y el 29 de noviembre anotó una agenda para el país y un mensaje contundente para que quienes intentan todavía resistir la consolidación del Estado Plurinacional «tengan que reflexionar sobre las maneras y formas», agregó.
El especialista estimó que en ese empeño participan “pequeños sectores de la vieja partidocracia que se resiste a la inclusión y a la diversidad, los cuales tendrán que reflexionar sobre la importancia de incorporarse a esta realidad”.
La movilización –según Richter- deja una agenda por cumplir no solo al Movimiento al Socialismo (MAS), a las organizaciones sociales, al Gobierno, sino también a todos los bolivianos, «en este afán infinito de construir una mejor sociedad».
El vocero consideró que ese proyecto “será también un Estado inclusivo, abarcador de todas las diferencias que conviven en nuestro territorio”.
Richter recordó que la marcha de un millón y medio de ciudadanos movilizados en La Paz careció de actos de violencia, represión y heridos, y «tampoco hubo confrontación entre grupos con intención de provocar”.
“Fue una movilización absolutamente pacífica –exaltó- de fiesta, de mística, de reverdecer el compromiso con la patria, la democracia, la institucionalidad”, señaló.
El estudioso destacó “la participación en la acción de aquellos sectores que siempre, históricamente, fueron marginados”.
Las autoridades recibieron el 29 de noviembre el respaldo de esa primera gran manifestación popular desde la investidura en 2020 del presidente Luis Arce, tras ganar las elecciones frente a los intentos golpistas por frustrar esa consulta.
La caminata, considerada un triunfo contra la aspiración opositora de reeditar el golpe de Estado de 2019, concluyó con una concentración en la paceña plaza de San Francisco.
El líder del MAS, Evo Morales, quien acompañó los 200 kilómetros de caminata, valoró el éxito de la marcha contra la estrategia opositora de derribar al Gobierno mediante paros y bloqueos.
Arce, por su parte, elogió el triunfo contra la oposición “que integra a grupos radicales protagonistas del golpe de Estado de 2019 para romper con el orden constitucional y hacerse con el poder mediante la confrontación”.
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