La situación es tan preocupante que ocupa espacios en la prensa mundial, incluso hace unos días el sitio digital antiwar.com alertaba sobre la posibilidad de que un desenfreno en las acciones pudiera conducir a una confrontación en gran escala, incluso la Tercera Guerra Mundial.
Este martes, Biden y Putin se verán las caras de forma virtual y el tema de Ucrania estará en el centro de sus intercambios, junto a asuntos como los ataques cibernéticos, la estabilidad estratégica y las cuestiones regionales, según un comunicado de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
«El presidente Biden subrayará la preocupación de Estados Unidos por las actividades militares rusas en la frontera con Ucrania y reafirmará el apoyo de Estados Unidos a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania», dijo Psaki en su declaración.
Sin embargo, analistas militares sostienen que un involucramiento de Washington en un conflicto allí sería desastroso para el Pentágono.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, confirmó la cita, la que se calentará aún más por especulaciones de medios de prensa que citan fuentes de inteligencia asegurando que Moscú hace un gran despliegue de medios y tropas para defenderse de las amenazas occidentales.
La tensión se produce en un momento en el que Rusia exige que Ucrania no sea admitida en la OTAN, y Estados Unidos contraataca diciendo que Rusia no puede decidir a qué países admite en la Alianza Atlántica, según refiere una reseña del diario The Hill citando a funcionarios de la Casa Blanca.
Ese escenario marca los vaivenes de la cita virtual pero es indudable que Moscú consiguió que Biden se siente a conversar luego de rechazar lo que Putin considera las líneas rojas de Rusia sobre Ucrania.
Yuri Ushakov, alto asesor del Kremlin, describió la próxima reunión como un «seguimiento» de las conversaciones entre Putin y Biden en Ginebra en junio pero dejó
claro que Ucrania encabeza la agenda y, dentro de ella, las cuestiones relacionadas con la OTAN.
Putin presionará en la cita para descartar cualquier nueva expansión de la OTAN hacia el este y el despliegue de sistemas de armamento en el territorio de los estados fronterizos con Rusia, incluida Ucrania, sostuvo el asesor.
Dada la tensa situación actual, es urgente que se nos proporcionen las garantías adecuadas, ya que esto no puede seguir así. Es difícil decir qué forma tendrá este documento, lo principal es que deben ser acuerdos escritos, puntualizó Ushakov.
Mientras el secretario de Estado, Antony Blinken, prosiguió con las amenazas y acusó a Putin de ser responsable de las actuales tensiones y subrayó que habrá «consecuencias muy graves» si Rusia «decide seguir un curso de confrontación» y que el propio Biden «se opondrá resueltamente a cualquier acción imprudente o agresiva que Rusia pueda llevar a cabo».
Obviamente, estiman expertos, Biden no va a aceptar negociar un tratado de seguridad con Rusia sobre Ucrania o la expansión de la OTAN pero a la vez se abstendrá de echar más leña al fuego, lo que crearía un escenario nada favorable para una intervención militar.
Algunos análisis entre ellos uno del sitio Indianpunchline.con, aseguran que Putin no quiere iniciar otra guerra en Ucrania, pero Moscú tampoco puede aceptar los crecientes lazos militares de Estados Unidos, Reino Unido y la OTAN con Ucrania, así como la adquisición de nuevo armamento por parte de este país.
En ese sentido, es obvio que si no se abordan las legítimas preocupaciones de Rusia en materia de seguridad por la creciente presencia militar occidental en Ucrania y la constante transformación de ese país en un Estado antirruso con el tácito apoyo de Occidente, Rusia no tendrá más remedio que recurrir a la diplomacia coercitiva.
Como dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, una mayor expansión de la OTAN «afectará inequívocamente a los intereses fundamentales de nuestra seguridad». Biden no puede permitirse el lujo de subestimar los intereses fundamentales de Rusia, puntualizan entendidos en el tema.
En la cita de este martes, estará latente la posibilidad de bajar las tensiones entre ambas potencias mundiales, más cuando Rusia no cederá en su objetivo de evitar la expansión de la OTAN hacia el este.
jha/lb