Este año más de 280 reclusos murieron y cientos resultaron heridos tras una serie de motines que tuvieron lugar en varias cárceles de esa nación, entre ellas el Centro de Privación de Libertad Guayas Nº 1, más conocido como Centro Penitenciario El Litoral.
Para los expertos de la ONU, deben llevarse a cabo investigaciones rápidas, independientes e imparciales para establecer las circunstancias de todas esas muertes y, en caso de que se produzcan violaciones, procesar a los responsables.
En una declaración conjunta, se mostraron «consternados y gravemente preocupados» por los repetidos motines que provocaron la fallecimiento de tantos presos y por el «claro riesgo» de que se produzcan nuevos incidentes.
La declaración está firmada por Morris Tidball-Binz, relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, y Nils Melzer, relator especial sobre tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
Durante el último estallido de violencia, el 12 de noviembre, al menos 62 reclusos murieron y 44 resultaron heridos en El Litoral, cerca de la ciudad costera de Guayaquil, y ese fue el cuarto motín mortal que ocurrió en ese centro en 2021.
Unos días antes, cuatro reclusos fallecieorn por disparos durante enfrentamientos en el interior del bloque penitenciario.
En septiembre, El Litoral fue testigo del motín más mortífero jamás registrado en el país, con 118 decesos y más de 80 heridos.
Los expertos exigieron a la administración del presidente Guillermo Lasso medidas “urgentes y efectivas para detener nuevas matanzas».
La ONU también alertó sobre otros problemas detectados, como el grave hacinamiento, resultado de la punitiva política de «guerra contra las drogas», los recortes presupuestarios y la falta de personal, especialmente aquellos expertos en rehabilitación social.
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