El Instituto de Tecnología Aeroespacial (ATI, por sus siglas en inglés), en Cranfield, Bedfordshire, al frente de la iniciativa, precisó que tendrá capacidad para 279 pasajeros, así como la misma velocidad y comodidad de las aeronaves actuales.
Se espera que pueda volar de Londres a San Francisco sin detenerse, o de esta capital a Nueva Zelanda con una parada de reabastecimiento de combustible.
El hidrógeno líquido es un combustible liviano que tiene tres veces la energía del queroseno y no emite dióxido de carbono (CO2) cuando se quema. El único producto de desecho de su uso como combustible es el agua, recordó la nota de prensa.
Será almacenado en tanques criogénicos a aproximadamente menos 250 grados Celsius en la parte trasera del fuselaje y dos tanques más pequeños a lo largo del fuselaje delantero, este último también mantendría el avión en equilibrio a medida que se quema el combustible, reveló ATI.
El director del proyecto, Chris Gear, declaró que este proyecto “trae consigo oportunidades reales para que el sector aeroespacial del Reino Unido asegure participación de mercado, trabajos altamente calificados e inversión interna, mientras ayuda a cumplir con los compromisos para combatir el cambio climático”.
Asimismo, el secretario de Negocios, Kwasi Kwarteng, destacó que podría definir el futuro de la industria aeroespacial y de la aviación.
“Al trabajar con la industria, estamos demostrando que un vuelo verdaderamente libre de carbono podría ser posible, con el hidrógeno a la cabeza para reemplazar los combustibles fósiles convencionales”, enfatizó Kwarteng.
El proyecto FlyZero, con un financiamiento de 15 millones de libras esterlinas (19 millones 851 mil 225 dólares), fue lanzada por el gobierno británico en julio de 2020 con el objetivo de evaluar la viabilidad técnica y comercial de un diseño de aeronave con cero emisiones de carbono.
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