A pocos metros de la cerca, el ministro de Defensa, Benny Gantz, precisó que la obra tardó más de tres años en completarse a un costo de 1,1 mil millones de dólares.
Durante ese lapso unos mil 200 trabajadores utilizaron dos millones de metros cúbicos de hormigón para completar la valla de 65 kilómetros de largo.
El funcionario justificó el muro con el argumento de impedir ataques de las milicias palestinas desde el enclave costero.
La obra de ingeniería está integrada por un muro subterráneo de hormigón armado con sensores, una valla de acero de seis metros, una red de radares de vigilancia y armamento por control remoto.
En 2002 Tel Aviv inició la construcción de una muralla similar para separar Israel de Cisjordania, una decisión muy criticada por la comunidad internacional.
Dos años después, la Corte Internacional de Justicia la declaró ilegal y reclamó su desmantelamiento.
Durante años los palestinos han denunciado que ese muro se adentra en la Margen Occidental más allá de la llamada Línea Verde, la frontera de facto entre ambos territorios.
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