Esto no ocurría desde julio de 1973, en protesta por el golpe de Estado perpetrado aquí, lo que desató sentimientos encontrados hasta para la directiva de la gremial.
Su presidente, Gregorio Rodríguez, explicó a la televisión que se dio ese paso ante la intransigencia de Stipanicic a negociar un convenio colectivo al que la parte empresarial denunció en forma unilateral e inconsulta, pese a una propicia mediación del Ministerio de Trabajo.
Aseguró que previamente el sindicato y Ancap “definieron una parada segura y planificada” por 24 horas, lo que quedó registrada en acta.
De igual forma afirmó el despacho de combustible está respaldado por un almacenaje y dos tanques, y criticó que sin embargo Stipanicic anunció que lo importará aprovechando una especie de meseta coyuntural de precio.
Rodríguez resaltó que en esta fecha de 2003, “un pueblo consciente y comprometido con el rol social, productivo y económico de las empresas públicas lo defendió en un histórico referendo».
Reiteró que el paro de esta jornada es también para protestar contra los planes gubernamentales de privatizar la industria nacional cementera.
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